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Mundo rural

la resistencia necesaria

Desafíos, luchas y esperanzas de un modo de vida en peligro de extinción

Un mundo que agoniza

“Hemos matado la cultura campesina pero no la hemos sustituido por nada, al menos, por nada noble.”
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Miguel Delibes

C

on estas palabras, pronunciadas en su discurso de entrada a la Real Academia Española de la Lengua en 1975, el escritor Miguel Delibes declaraba ante los académicos su defensa del medio rural. En su discurso, el autor vallisoletano, reconocido por premios como el Cervantes o el Príncipe de Asturias, exponía bajo el título “Un mundo que agoniza” una oda a la naturaleza y al medio rural. Un medio en el que se desenvolvían los personajes de sus obras quienes se negaban a cortar sus raíces y abandonar sus pueblos para integrarse en “el rebaño de la gran ciudad”.

El escenario rural en el que Delibes daba vida a sus personajes se extiende a día de hoy a través del 84,5% del territorio de nuestro país. España continúa siendo, a nivel geográfico, un país mayoritariamente rural, repleto de pueblos y de aldeas. Sin embargo, sólo el 20% de la población habita en ese extenso territorio mientras que el 80% restante se aglutina en las zonas urbanas.

De los 8119 municipios que conforman el país, 6673 son rurales según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. La legislación define como “municipio rural” a aquel en el que residen menos de 30.000 habitantes y cuya densidad de población no asciende a más de 100 habitantes por Km2. Además, las características de los núcleos poblacionales españoles hacen que la ley vislumbre otra etiqueta para aquellos pueblos que no alcanzan los 5000 habitantes, son los llamados “municipios rurales de pequeño tamaño” y suponen el 84% de la totalidad.

82,2% municipios 
      rurales

 

17,8% municipios 
      urbanos

Sólo el 20% de la población
vive en el 80% del territorio 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Sin embargo, el mundo rural español no puede ser definido únicamente a través de datos demográficos objetivos. “La noción del mundo rural no implica únicamente la simple delimitación geográfica” tal y como señala la Comisión Europea, sino que “evoca también todo un tejido económico y social, con un conjunto de actividades de lo más diverso: agricultura, artesanía, pequeñas y medianas industrias, comercio y servicios. Además, sirve de amortiguador y de espacio regenerador, por lo que resulta indispensable para el equilibrio ecológico”. 

Éstas y otras definiciones aúnan bajo las palabras las características de un territorio, el rural, que en la práctica es realmente diverso. En España hay una gran variedad de regiones, comarcas y pueblos con economías y costumbres muy diferentes. No todas las áreas rurales poseen las mismas características: los núcleos rurales de la Andalucía jornalera no tienen las mismas pautas de vida que los pueblecitos castellanos. Sin embargo, todos ellos tienen una serie de problemáticas en común: la despoblación, la masculinización, el envejecimiento, la escasez de servicios o la emigración juvenil son algunas de las barreras que hacen que vivir en el medio rural sea, a día de hoy, un ejercicio de resistencia y un modo de vida en peligro de extinción.

"La noción del mundo rural no implica únicamente la simple delimitación geográfica”
 
 
 
 
 
Comparativa municipios rurales y urbanos españoles
Fuente: INE |Elaboración propia
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La sociedad capitalista del siglo XXI es una sociedad profundamente urbana que ha desvalorizado lo rural. Hasta el año 2014, el diccionario de la RAE, la misma academia que acogió con los brazos abiertos a Delibes y a su imaginario campesino, mantuvo la siguiente definición del término rural: “Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas”. Por el contrario, el término “urbano” era definido por la Real Academia de las letras como aquello “perteneciente o relativo a la ciudad. Cortés, atento, de buen modo”. La Academia no suprimió la definición que menospreciaba a los y las habitante del medio rural hasta que en el año 2011 varias asociaciones y colectivos denunciaron esta injusticia semántica.

 

Pero el universo rural no sólo es menospreciado por las definiciones lingüísticas. En la actualidad los medios de comunicación, las leyes gubernamentales, las instituciones y la sociedad urbana en general 

 

La sociedad capitalista del siglo XXI es una sociedad profundamente urbana que ha desvalorizado lo rural
 
 
 
 
“Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas”. Es la definición del término "rural" que la RAE mantuvo hasta 2011
 
 
 
 

continúan invisibilizando y estereotipando negativamente a esa parte de la sociedad española que vive en las dos terceras partes del territorio. En el año 2007, durante el gobierno socialista presidido por Jose Luis Rodríguez Zapatero, fue promulgada la Ley 45/07 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural cuyo fin era el de poner en marcha una Política Rural Nacional adaptada a las condiciones económicas, sociales y medioambientales particulares del medio rural español.

Esta Ley, que fue aprobada por un amplio consenso de los diferentes actores sociales, “se trataba de un intento de convertir las estrategias para el medio rural en política de estado”, según afirma Fernando Fernández, integrante de la Plataforma Rural. La llegada al gobierno del Partido Popular supuso el olvido de gran parte del marco político de actuación de una ley que según Fernández “daba esperanza” al medio rural". Tras cuatro años en los que la Ley ha pasado desapercibida, el pasado mes de abril, la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente aprobó dos Proposiciones No de Ley (PNL), presentadas por el Partido Socialista y Podemos respectivamente, para pedir su reactivación.

entrevista Fernando

A pesar del intento de algunos partidos por reactivar esta ley, el medio rural

volvió a estar ausente tanto en la campaña electoral previa a las elecciones

del pasado 20 de diciembre como en los posteriores acuerdos y negociaciones entre partidos políticos. Las próximas elecciones y los nuevos partidos pueden ser el escenario de oportunidad para un medio rural que se encuentra más vulnerable que nunca. A las amenazas habituales a las que se tiene que enfrentar este medio se suma la Ley 27/2013, de Sostenibilidad y Racionalización de la Administración Local, más conocida como la Ley Montoro. Una ley que, según el catedrático Valentín Cabero, cuestiona la autonomía de los municipios así como de los servicios y bienes de gestión comunal, reduce las competencias de los ayuntamientos y fuerza la desaparición de la población de los territorios rurales.

Entrevista Valentín

Vivir en el medio rural en pleno siglo XXI es un desafío, pero las personas que lo habitan, al igual que los personajes de Delibes, quieren permanecer en sus pueblos y luchan día a día para que estos no se mueran. En esa pelea constante por mantener un modo de vida en peligro de extinción nacen focos 

en peligro de extinción nacen focos de resistencia en pro de un mundo rural vivo. Ante un medio rural que agoniza aún hay jóvenes que deciden quedarse en los pueblos, hay ciudadanos urbanos que emprenden la aventura de volver al campo, hay mayores que no quieren morir lejos de la tierra y hay gentes que apuestan por el mundo rural a través de diversas iniciativas para resistir ante una sociedad que los empuja a desaparecer. Todos ellos están convencidos de que la resistencia en el medio rural es necesaria, ya que no sólo se niegan a ver desaparecer el medio rural, sino que creen que éste es el futuro.

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